Para conseguir una debilitación o relajación de los músculos faciales responsables de la mímica en el tercio superior de la cara se utiliza la infiltración de toxina botulínica tipo A, proteína purificada que bloquea temporalmente la contracción del músculo tratado.

Conseguimos hacer desaparecer o atenuar las arrugas de la frente, entrecejo y perioculares. El efecto comienza a las 48 o 72 horas, y el resultado será máximo a los 15 días, con una duración del efecto de aproximadamente 6 meses.

La toxina botulínica tipo A es un tratamiento médico seguro, autorizado por la Agencia Española del Medicamento.